NOTAS
  1. "JEE: El poeta como transgresor". En Lienzo, N° 8. Lima: Universidad de Lima.1988, p. 190.
  2. Jorge Eduardo Eielson. poesía escrita. México: Vuelta, 1989. Hay una nueva edición, con una serie de variantes: Bogotá: Norma, 1998. Todas las referencias serán hechas a partir de esta última edición.
  3. "El Soneto en ix", en: Octavio Paz. El signo y el garabato. Barcelona: Seix Barral, 1991.
  4. Para beneficio del lector transcribo el "Soneto en ix" en su versión original, e incluyo, por considerarla más fiel y acabada que la de Octavio Paz, su traducción debida a Ricardo Silva-Santisteban (Escrito en el agua. Lima: Ed. Colmillo Blanco, 1989).
  5. Ses purs ongles très haut dédiant leur onyx,

    L'Angoisse, ce minuit, soutient, lampadophore,

    Maint rêve vespéral brûlé par le Phénix

    Que ne recueille pas de cinéraire amphore

    Sur les crédences, au salon vide: nul ptyx,

    Aboli bibelot d'inanité sonore,

    (Car le Maître est allé puiser des pleurs au Styx

    Avec ce seul objet dont le Néant s'honore).

    Mais proche la croisée au nord vacante, un or

    Agonise selon peut-être le décor

    Des licornes ruant du feu contre une nixe,

    Elle, défunte nue en le miroir, encor

    Que, dans l'oubli fermé par le cadre, se fixe

    De scintillations sitôt le septuor.

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    Con puras uñas su ónix muy alto consagrando,

    la Angustia, a medianoche, sostiene, lampadófora,

    mucho vesperal sueño quemado por el Fénix

    que ánfora cineraria no acoge en las credenzas

    de la vacía sala: ninguna caracola,

    bagatela abolida de inanidad sonora

    (pues el Maestro lágrimas fue a beber en la Estigia

    con aquel solo objeto que a la nada renombra).

    Mas cerca al ventanal abierto al norte, un oro

    agoniza conforme tal vez al decorado

    de unicornios lanzando fuegos contra una ondina

    -ella, sobre el espejo, tal difunta desnuda-

    mientras, en el olvido cerrado por el marco,

    se fija el centelleo de una constelación.

  6. Sobre el significado de la palabra "ptyx", cf. E. Noulet. L´oeuvre poétique de Stéphane Mallarmé. Bruxelles: Éditions Jacques Antoine, 1974, p. 454.
  7. Véase el "Poema para destruir de inmediato sobre la poesía la infancia y otras metamorfosis", perteneciente al poemario Habitación en Roma, en: JEE. Op. cit., pp. 185-189.
  8. Abbé de Vallemont. Curiosités de la nature et de l´art sur la végétation ou l´agriculture et le jardinage dans leur perfection. París, 1709, parte I, p. 189; citado en Gaston Bachelard. La poética del espacio. México: FCE, p .160.
  9. A este respecto, considérese, por ejemplo, el reciente hallazgo de las tumbas de los Señores de Sipán, de la cultura Mochica, que se desarrolló en la costa norte del Perú, y que ha sido considerado uno de los sucesos más trascendentales de la arqueología mundial. En ellas, aparte de los restos de las esposas así como de los custodios que debían acompañar a los reyes a la otra vida junto con sus riquísimos tesoros, se encontró también muchas piezas de conchas del tipo spondylus, símbolos de poder y de esperanza de resurrección.
  10. Charbonneaux-Lassay. Le bestiaire du Christ. Paris, p. 922; citado en G.Bachelard. Op. cit., p. 160.
  11. Martha Canfield. "Conversación con JEE", en: Gradiva. Bogotá: 1990. p. 32.
  12. Ibídem.
  13. Paul Valery. Les merveilles de la mer. Les coquillages. Paris: Ed. Plon, 1945, p. 55.
  14. Wallace Fowlie. Mallarmé. Chicago: The University of Chicago Press, 1953, p. 81.
  15. Ibídem, p. 81.
  16. G. Bachelard. Op. cit., p. 41.
  17. Ibídem, p. 46.
  18. De ahora en adelante todas las citas de versos son de Ptyx, correspondiendo los números romanos a las respectivas estancias de ese poema.
  19. G. Bachelard. Op. cit., p. 155.
  20. Lejos de nuestro propósito, y capacidad, intentar una lectura sicoanalítica de este texto, lo que de otro lado resultaría por demás plausible, ya que muchos poemas de Eielson, por su alto grado de simbolismo, se prestan perfectamente a este tipo de análisis, en especial el jungiano. Ejemplo palmario de ello es el notable estudio que hace Martha Canfield sobre los poemas de Noche oscura del cuerpo (Cf. su artículo "Il viaggio del corpo come simbolo della trascendenza. La poesia archetipale di J.E. Eielson", en Klaros, 5/2. Firenze: diciembre 1992, pp. 234-261). Nos tienta, sin embargo, citar un largo párrafo del jungiano Joseph L. Henderson al respecto del Minotauro (¿el yo poético de Ptyx?) como símbolo de la decadencia matriarcal y del rescate de Ariadna en tanto liberación del "ánima" de las fauces de la terrible imagen materna, todo lo que podría enriquecer aún más el escueto análisis que realizamos en estas páginas. Dice Henderson: "Theseus represented the young patriarchal spirit of Athens who had to brave the terrors of the cretan labyrinth with its monstrous inmate, the Minotaur, which perhaps symbolized the unhealthy decadence of matriarchal Crete. (In all cultures the labyrinth has the meaning of an entangling and confusing representation of the world of matriarchal conciousness, it can be traversed only by those who are ready for a special initiation into the mysterious world of the collective unconscious). Having overcome this danger, Theseus rescued Ariadna, a maiden in distress. This rescue symbolizes the liberation of the anima figure from the devouring aspect of the mother image. Not until this is accomplished can a man achieve his first true capacity for relatedness to women. (En: "Ancient myths and modern man", incluido en: Carl Jung. Man and his simbols. London: Picador, 1978, p. 117).
  21. A propósito, Eielson es uno de los pocos poetas latinoamericanos que ha sabido cantar el amor homosexual (lamentablemente para muchos todavía una relación transgresora) con un elevado lirismo de una belleza y una dignidad sin par. Otro ejemplo de ello puede encontrarse en el encuentro amoroso que sostienen Eduardo y Giuliano en la novela El cuerpo de Giulia-no (México: Joaquín Mortiz, 1971, pp. 13-15.
  22. Acerca de los múltiples significados del nudo, véase el ensayo de Aldo Tagliaferri: "La torsione del significante nell'opera di Jorge Eielson", aparecido en: Jorge Eielson. Il linguaggio magico dei nodi. Milano: Mazzotta, 1993, pp. 13-15.
  23. Alfonso D'Aquino. "La scrittura vuota". Ibídem, p. 29.
  24. Siguiendo con la presencia del número siete, obsérvese que son 49, es decir siete veces siete, las estrofas que componen Ptyx. Este número cabalístico también aparece, duplicado, en los 77 poemas de Trilce, de César Vallejo.

24. Cf. Carta de Mallarmé a Henry Cazalis (julio de 1868), en:

Correspondance, I. (1862-1871). Paris: Gallimard, 1959, p. 8.

   
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