Un gesto de temporalidad,
un gesto de eternidad.
En la tensión entre estos dos gestos, yo he vivido.
John Barth
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

 

 

 

 
 
 
 
 
 
 
Estudio sobre la acción y la pasión
 
Inmóvil bajo el sol de la mañana, apartando el olvido
con ambas manos (como se aparta las causas de lo fatal)
 
Al fondo, en algún lugar de la ciudad, suena el bronce de
una campana
 
Mi lengua sobresale y recibe el cuerpo del verbo.
 
La dicha de haber crecido, de haber participado de la obra de
Dios, me incita a gozar de los dones del Señor: deslizo
entre los dedos de María, la piadosa, un papel
Dame: poder, velocidad y omnipresencia
Dame: el alimento integral
¿No es esa la dicha? -dijo
Pero no la paz: más que Dios, sólo Dios.
 
Y es así como fue arrojado y cubierto por los signos
de la imperfección; pero no eran los signos de la imperfección
sino los de la singularidad.
Asombrado de la obra de Dios levantó una mano
Empujó la puerta y arrojó sobre la mesa la llave del Paraíso:
partió.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Teoría
 
Porque todo está en todo y cosas así
El punto de mi conciencia
La niña de mis ojos
El instante en que clavo la luz como
Una pieza afilada.
 
Mi perfil recortado frente a tu perfil recortado
Y una estrella en el medio.
 
2
Cada hombre es el centro del universo y cada hombre no
significa nada
Alzo mi cabeza con pólvora o sangre
Y ¿qué ocurre?
El infinito
Lo infinito
Dos o tres veces lo infinito
La boca abierta
El barco con las velas rotas en la noche.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dos avisos de retorno
 
1. Primer aviso.
He terminado una traslación o un camino y he
alcanzado un término en el tiempo
He vuelto.
 
-Alto -dice- ¿dónde estuviste?
Piensa: ¿Qué guerra? ¿qué ocio?
Vienen las gentes y me preguntan. Tocan las ropas
Varias mujeres sorbieron cerveza agitando
los párpados. Salí con ellas
por las calles
Fue el vértigo ¿qué hice?
 
2.Segundo aviso.
Aquí quedó la maquinaria
Quedó un montículo de escamas
(como si la ciudad hubiese sido sometida a
la poderosa ventisca)
¿Y qué quedó? Polvo. Y maquinaria
polvorienta.
 
Cierro los ojos
 
(Cierro los ojos y
sobre los ojos cerrados coloco cera para correr,
llevar, entregar la cabeza)
(Entregar la cabeza como quien entrega un pez en un plato
a las multitudes
a la imagen).
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Lagartija
 
1. El rostro se tiñe de barro y de cosas pesadas y se tiñe
de rojo
 
Dirigió una sonrisa relampagueante,
como el rápido brillo de
una navaja descubierta fugazmente en su escondite.
Ross Mac Donald
 
Introducción:
la acción fue enérgica (surgió
de la voluntariosa belleza) y generó rápida rotación; las
pulimentadas piezas de hueso
giraban y las maravillosas vértebras
(en realidad parece que todo empezó al despertar)
 
2. Ningún lugar es el mío ningún lugar es el mío.
 
Los párpados se hincharon de repente
y las lágrimas empezaron a rodar.
El labio inferior se plegó en un espasmo...
G. Simenon
 
y entro violentamente a casa lleno de sexo y razonamiento
hincando el agudo clavo de hierro y hollando la misteriosa
penumbra
elevo una voz:
un beso, digo
aunque el lugar no es adecuado
(únicamente hay árboles nudosos y de hojas oscuras)
y albergo un deseo como una fuerza primaria
resumamos: (estoy tan obsesionado!
y quiero que alguien me bese (de preferencia Dios)
En medio de besos le diría al Supremo:
exponga los razonamientos que lo han conducido a crear
el Universo
y quiero que Dios me mire
a mí, infeliz criatura
y me diga si todo va a ser siempre así.
 
3.Entonces se escucha una voz:
 
Ninguna noticia es exacta
 
Sí, es cierto
la tierra es plan y cubierta de hierba
y sobre ella vuelan pájaros
estoy encima de todo mirando a los seres y a mi viejo amigo mi hijo
él ocupa su habitación y por fin se inclina
ante las terribles circunstancias y levanta la mirada
pensando que encontrará mis rutilantes ojos
entre las nubes
-Oh, mi hijo, sé lo que deseas: algo hermoso, disponer el
cuerpo sobre el planeta; ser una especie
que ha crecido mucho y se ha acercado.
Mi hijo retuerce los largos dedos lamentando las imperfecciones
y teñido por el envenenado rencor compone sus ideas.
 
Yo estoy extendido sobre el cielo escuchando las conmovedoras
palabras de mi hijo y me pongo a pensar.
-¡Tal vez! -grito desde arriba.
 
4. Compone sus ideas.
 
Se expresó en palabras sencillas,
aunque con precisión,
tal como un buen soldado recuerda una batalla,
sin deseos de considerarla una victoria o una derrota,
y con la sola finalidad de rememorarla.
J. Le Carré
 
Trajeron nuestro montón de cuerpos
hasta regiones que golpeaban precisamente
nuestras amadas entrañas
y hemos sentido algo rojo
y espeso y sangriento
sobre nuestros músculos pectorales
una paloma muerta y luego completamente muerta
a causa de la profunda emoción
de nuestros largos
y ansiosos
y asesinos dedos
a causa
del indiscutible amor
y de la fibrosa tensión
de gentes y continentes en épocas guerreras y extremas
desprovistas sin duda
del milagro benéfico y maternal
que puede cambiar hasta los destinos más fulminantes.
 
5.
 
Qué Dios le conceda la paz,
si es que hay alguna paz en el universo.
H.P. Lovecraft
 
y luego
los grandes párpados ovalados
se curvan aceitosos
sobre dos hundidos grandes ojos giratorios
 
(a veces dejaba caer la cabeza
para siempre)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
¿Un hombre muerto tiene alguna oportunidad?
 
Un trozo de vidrio está lastimando mi cerebro,
cortando y aullando y desgarrando mi cerebro.
J. Hendrix
 
¿Qué ocurre cuando un hombre muere?
Los edificios son siluetas negras contra
el grave tono azul de la noche.
¿Pero qué ocurre si alguien dice: ya no estoy más?
La punta del puñal tocó al fin el tenso diafragma.
Es de noche
Ya voy, ya voy
La muerte es también mía
(sus labios oscuros me hacen desvanecer)
(Como cualquier otra cosa)
 
EL PROTAGONISTA (mentón afilado, ojos negros)
Apretó los labios, luego los aflojó lo suficiente para dejar
escapar la frase: mi reino es de este mundo
mas no del vuestro.
(El pecho salpicado de manchas rojas)
Responda ¿es usted silencioso?
Pensó: soy la llave
Su mente era como un baúl
Luego de comer lanzaba -con los dedos grasientos- el hueso
afilado
Guardaba
los objetos que se toparon con él
(Estaba cubierto de frases arrancadas de cuajo)
Soy la llave -repitió
El hierro de los acontecimientos lo había herido
Su perfil era único.
 
Cerró los ojos:
tus cabellos están alborotados.
 
VOZ: mientras haya un sólo hombre sobre la tierra
el hierro y la piedra tendrán un corazón y un
alma.
 
(Sigilosamente un ángel de cristal se alzó con
un grito de júbilo)
 
IMAGEN: trozos de papel caen del cielo.
 
(En un soleado valle hacia el sur el pelotón se dispuso
con un chasquido. Una muchacha rompió la fila: un
ramo de rosas para el fusilado)
 
ENTONCES:
Nos encargamos del silencio: un golpe de puño contra
el hueso de la cara
Una mosca de alas transparentes
se levantó
pesadamente.
Cerré los ojos
Lo grato por momentos se disipa
-Vas a perder este juego -dijo roncamente antes de jalar
el gatillo. La bala surgió de la boca de la pistola y llegó
hasta la boca de la víctima
y le rompió los dientes.
-Porque esto es una gestación dolorosa -dijo
(10 cigarrillos aplastados)
(Ropa sucia)
Y los seres se transforman en hueso
O:
¿Y si levantamos la vista de pronto
para dejar escapar un destello?
(Le dije a mi alma: estate quieta)
(¿Y si dejamos correr un poco de sangre
y luego otro poco?
LUEGO: seguimos en esta pavorosa cercanía a la verdad
(Oración:
Dios mío, cuando abro los ojos
Todo se consume)
Y:
El extremo afilado de la piedra tocó el pómulo
y saltó una chispa
Las palmas de las manos se tocaron
así: clap.
Una sonrisa se formó contra el vidrio.
-Dientes rotos -dijo, es hora de morir (como si se pudiese
morir en cualquier momento).
Y las muchachas que aman, las chicas, todas cubiertas por un
manto, viudas, contemplando el pecho brillante y negro del
que cayó.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Crimen pasional
 
y una vaga ansiedad que sería tedio o dolor si supiese cómo serlo.
F. Pessoa
 
Reía
Balanceaba la cabeza y entonces escuché
un tren: venía reptando
(como un castillo de acero que alguien hubiese derribado
de un golpe
y de un golpe
alguien hubiese arrojado por
la pulimentada superficie del planeta)
Recosté mi cabeza en tu seno.
 
2. Con una uña destrozo mi ojo (crimen pasional)
 
Dos o tres veces te he visto pasar
Así: un puñal de acero luminoso saltó hacia
tu cuerpo vulnerable.
Antes: nosotros estábamos casi en paz; seres con las
rodillas dobladas anchando los bronceados muslos
Desde el primer momento llevamos una cruz de ceniza. La
nariz mojada.
Dije: es mejor que pongas sobre la mesa algo valioso. Carne
rosada. Un afilado cuchillo nos muestra
el sabor.
Descripción de ella: cejas negras de
trazo definido y hermosa
cabellera.
Vienes con el rostro marcado a decirme: ¡un instante!
Y yo murmuro: sí.
 
VOZ (en la bruma): los pájaros curvaban
sus garras rojizas.
 
3. Continuación.
 
Pero estabas muerta. Tu casa era horrible.
Había una iglesia y un ferrocarril.
Todos bajaron sus rostros sucios:
"Se ha perdido".
"Las aguas del Amazonas"
"Allí todo es verde".
 
Permanecí inmóvil y acepté un vaso.
 
Yo hice de ti una persona incomprensible. Y dijiste:
"ocurre que estamos en silencio
y hay luz
pero escasa".
 
Miré tus ojos que se habían aclarado y habían crecido
y aspiré.
 
Explicación: tú y yo tenemos el perfil de los que
morirán.

 

 

 

 

 

 

 
Dibujos animados
 
El arte,
como el Dios de los judíos,
se revuelve en el sacrificio.
G. Flaubert
 
 
 
1.0. Primer impulso.
¿Cómo fue?
Lo vi todo; no recuerdo el paisaje ni
la multitud
pero puedo asegurar que
alguien disparó contra mí.
¡Atención! -dije. Y luego
bajo la enloquecedora iluminación artificial
dejé caer la mano mientras
una tormenta de pensamientos se hundía profundamente
en lo que aún quedaba de mí.
Entonces te llamé
Como si fuese posible marcar un
número
y gritar.
 
 
 
 
1.1.
Extendí el dedo índice sobre mi nariz y
desde allí tracé una firme línea
curva o sinuosa.

 

 

 

1.2.
Las oleadas de público
mostraron largos dientes de marfil.

 

 

 

1.3.
Mi figura se alzó en un trazo violento
y negro
contra el furioso amarillo de la caída de
la tarde.
Las olas rugieron empujando sus penachos de
espuma antes de hundirse sobre las rocas
Pensé
"ocho campanadas".
 
Por fin
 
Luego mi sombra se confundió
con la más extensa sombra
del mundo y sus signos.
Y la línea quebrada de un rayo manchó
de luz
el universo escaso.
Entonces algo en mi corazón dijo
con claridad:
-¡Salta!
Mi rostro creció hasta abarcarlo todo

 

 

 

2.0. Se introdujo en su corazón.
 
Se había incorporado sobre manos y rodillas
y había abierto al máximo la boca
Compuso una sonrisa
una leve sonrisa burlona que crecía porque
era una burla escondida en su seno
Pero le temblaba la mandíbula como una
camioneta que ha sobrepasado con creces
la velocidad límite.
Pobre, pensó.
Giró completamente la cabeza y perdió la
mirada en la bruma engañosa:
Plácida y dulcemente apoyó el tibio rostro en
la regordeta almohada y luego durmió
hasta que la voz incesante del radioperiódico
dijo:
arriba arriba despéguese de las sábanas
Y no perdió un segundo más (fue
construyéndose)
-¿Cómo? -dijo confundido.
-¿Tienes un cigarrillo? -preguntó ella.

 

 

 

2.1.
Luego corrimos. Hicimos un alto, le di un
beso y
continuamos velozmente.

 

 

 

2.2.
Entonces llevé hacia adelante mis labios,
los presioné contra su cuello y
detoné con fuerza.
Ella estaba hecha de marfil. De cal. ¿Entonces?
 
Era un día luminoso.
 
Una mañana, no hace mucho
con los ojos en alto a causa de un brusco
movimiento
la vi.
-No sabemos ni dónde estamos -dijo, mirando
con indiferencia al exterior
Con ronca voz empecé a cantar
Y ella alzó las cejas
Sonrió (una sonrisa trémula)
Pero mostró un breve destello
Pobre muchacha,
yo hice de ella un perfil definido
le dijo: toma.

 

 

 

ACLARACION NECESARIA: Arte Poética.
Capítulo I
No te muevas, grito: ¡estás allí!
Luego una curva transforma mi rostro
y escupo.
Soy el que tiene la cabeza rota
(pero apoyo la barbilla).
-¿Qué fue? -me gritan desde la calle. Saludan.
Agitamos las manos.
Levanto la rodilla y me impulso hacia adelante:
las nubes y el cielo azul retroceden. El tórax
cabalga con su sombrero redondo ligeramente
ladeado (cae el atardecer
y la negra figura se pierde en el horizonte).
Hasta que todo es negra noche
Disparo:
-¡Muertos! -grito dando un salto en medio de la
oscuridad.
Los demás sonríen, con un ojo medio abierto.
Entonces los remato con el cuchillo.

 

 

 

3.0. El curso de los acontecimientos.
-Me da gusto verte -dijo, acercando su rostro
para un beso.
La miraba con el corazón agitado
y dije, levantando la mano:
-Una cerveza.
Pero éramos solamente dos cuerpos de jabón y
llevábamos nuestras manos al rostro,
sin aliento.
-Viajaría contigo a otros lugares -murmuré.
Ella entonces me miró enternecida y
musitó:
-¿Tienes un cigarrillo?
Dulces labios oscuros
nadie
nadie nadie -reí
nadie es como tú.
 
Y así,
junté las alas y me precipité en picada.

 

 

 

3.1. Expreso flecha.
A un costado los árboles eran más rápidos
que los trenes.
Entonces:
¡alto! -dijo un oficial apuntando su
arma.
Leí:
¡CRAC!
(y las tinieblas rodearon el blanco de los ojos)

 

 

 

3.2.
Entonces levanté la mano y dejé deslizarse
la cara hacia adelante.
Dejé el tenedor
y me arrojé hacia la puerta, rodando
tenso como un alambre de acero.
-Pobres los que en mitad del acto de
vivir son atacados por un rayo que corta
la córnea -dije,
escupiendo sobre el polvo.
¿Y quién era yo?
Seguí, pues.
Soñaba que me abría paso, que golpeaba
para impulsarme
que las aguas resbalaban por mi frente
hasta toparme con la ciudad:
las líneas se levantaban como lanzas.

 

 

 

3.3.
Quedé inmóvil. Me paralizó el espectáculo.
Dejé escapar una bocanada de aire.
-Mierda -murmuré.
Todo era escombros vulgaridad y ruina
pero entre la confusión cantaba una muchacha
(una muchacha que dejaba escapar chillidos
y agitaba la falda con ondulantes movimientos)
Fue en ese momento: los ojos
invadieron las órbitas mientras su pequeño
cuerpo de pez
se agitaba
angustiosamente
y yo apretaba los ojos
quería decirle:
estoy ciego; es horrible, no se ve nada.
Y la pequeña boca se torcía.

 

 

 

3.4.
Tú y yo no somos otra cosa que
un par de cansadas personas que se encuentran
en una mesa con dos vasos y
tú me dices:
-Gracias.

 

 

 

3.5. Apunta al corazón.
Llevé la cabeza hacia atrás y cerré los
ojos.
Las primeras luces depositaron
agua. Dije: el espacio se parece a la nada.
 
Los niños corrían con sus
caramelos.
-¿Qué quieres de mí? -dijo
ella.
No había nadie.
La luz era blanca
Todo alrededor tenía sal.
 
Ya desde entonces dije:
"muerde su hermoso corazón".
 
Finalmente me arrojé al suelo: disparaban.

 

 

 

3.6. Todo se pierde.
Había una luz en un círculo;
bajaba desde un lugar remoto.
-Desde lo absoluto -dijo ella, con su
habitual sonrisa de labios llenos.
-Me gustaría conversar -dije tersamente
y envié un beso.
Hizo un gesto que quería decir: claro.
Pero dio un paso adelante y
se alzó por encima de mi cabeza.

 

 

 

3.7.
Quiso ver (entre la ráfaga ardiente que
nublaba su vista) y
rodó
hizo una pirueta:
cayó.

 

 

 

4.0. Epílogo:
ORLADO POR PUNZADAS DOLOROSAS QUE SE APAGAN
(descripción de la muerte)
 
Ya está, la incomparable sensación
del infinito,
esa mirada fija.
 
es como cuando el estallido de un disparo forma
un castillo estriado contra el fondo
y luego, algo húmedo y caliente
florece contra el pecho
y queda todo el tiempo para contemplar
el movimiento
de las algodonosas nubes contra lo azul (pues
la mañana es clara
y fresca
y hasta hermosa)
entonces sucede una vibración en los
labios
estás muerto -dice la gente
y todo empieza a quedarse quieto
los colores, la conciencia
son como pájaros heridos con un ojo cerrado
abajo gritan: ¡el muerto!
y, en medio de un eco profundo:
el fin.