Esa Dinámica Ontológica Que Llamamos "Vida"
Había una vez una muchacha famosa por su gran apetito sexual. Era alta y de sólida contextura. En una ocasión dijo: "Escuchen bien, porque sólo lo diré una vez: las mujeres no buscan sexo, buscan amor". Francamente el asunto era para dedicarle un segundo de sana reflexión. Tupi opinó que la verdad no corresponde a la naturaleza de las hembras.
-La verdad no corresponde a la naturaleza de nadie -aclaró un talentoso narrador mollendino, que estaba a punto de partir rumbo a Alcalá de Henares, a trabajar de ayudante de cocina en un restaurante marroquí.
En la mayoría de los mortales existe un nivel de certeza que ellos retienen como "realidad" durante toda su vida. Unos cuantos, muy pocos, son arrancados de ese estado por contacto con algo perturbador: una tragedia personal, el descubrimiento de una capacidad telepática, la visita de un antepasado, o cualquiera de centenares de otras posibles sacudidas a su metafísica. La pérdida es irreversible, y la transición de un nivel de certeza a otro es calificada oscuramente de "descontento divino", "ansia de inmortalidad", etcétera. ¿Tiene esto algún significado para ti?