Cusco, Ciudad Abierta
La gente llegaba al Cusco. Algunos miraban el paisaje y preguntaban cuánto costaría levantar una cabañita en el Valle Sagrado.
Otros, claro, se asombraban de pagar 20 soles, menos de 10 dólares, por un gramo de resplandeciente cocaína.
-No existe otra ciudad como el Cusco -declaró Gerardo, mientras liquidaba la última gota de su trago.
El tipo estaba realmente transformado. Su teoría, que sería incrementada y pulida durante las jornadas guiando turistas hacia alguna escarpada maravilla, se sustentaba en el descubrimiento de que la vieja capital de los Incas reunía tres elementos clave. A saber:
-Naturaleza
-Historia
-Cosmopolitismo de frontera.
¡ Una experiencia totalmente orgánica!